Aditivo alimentario E466: carboximetilcelulosa de sodio
Carboximetilcelulosa de sodio(SCMC) es un aditivo alimentario común que se utiliza en una amplia gama de productos alimenticios, incluidos productos horneados, productos lácteos, bebidas y salsas. También se utiliza en otras industrias, como la farmacéutica, la cosmética y la producción de papel. En este artículo, analizaremos más de cerca el SCMC, sus propiedades, usos, seguridad y riesgos potenciales.
Propiedades y producción de SCMC
La carboximetilcelulosa de sodio es un derivado de la celulosa, que es un polímero natural formado por unidades de glucosa. SCMC se elabora tratando la celulosa con una sustancia química llamada ácido monocloroacético, que hace que la celulosa se carboximetile. Esto significa que se añaden grupos carboximetilo (-CH2-COOH) al esqueleto de celulosa, lo que le confiere nuevas propiedades, como una mayor solubilidad en agua y una mejor capacidad de unión y espesamiento.
SCMC es un polvo de color blanco a blanquecino, inodoro e insípido. Es muy soluble en agua, pero insoluble en la mayoría de los disolventes orgánicos. Tiene una alta viscosidad, lo que significa que tiene la capacidad de espesar líquidos y forma geles en presencia de ciertos iones, como el calcio. La viscosidad y las propiedades de formación de gel de SCMC se pueden ajustar cambiando el grado de carboximetilación, lo que afecta la cantidad de grupos carboximetilo en la cadena principal de celulosa.
Usos de SCMC en alimentos
SCMC se usa ampliamente en la industria alimentaria como aditivo alimentario, principalmente como espesante, estabilizador y emulsionante. Se utiliza habitualmente en productos horneados como pan, tartas y pasteles, para mejorar su textura, aumentar su vida útil y evitar que se pongan rancios. En productos lácteos como yogur, helado y queso se utiliza para mejorar su textura, evitar la separación y aumentar su estabilidad. En bebidas como refrescos y jugos se utiliza para estabilizar el líquido y evitar la separación.
SCMC también se usa en salsas, aderezos y condimentos como ketchup, mayonesa y mostaza, para espesarlos y mejorar su textura. Se utiliza en productos cárnicos como embutidos y albóndigas, para mejorar sus propiedades aglutinantes y evitar que se deshagan durante la cocción. También se utiliza en alimentos bajos en grasas y calorías, para reponer la grasa y mejorar la textura.
Las agencias reguladoras de todo el mundo generalmente consideran que SCMC es seguro para su uso en alimentos, incluida la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Seguridad de SCMC en los alimentos
La SCMC ha sido ampliamente estudiada por su seguridad en los alimentos y se ha descubierto que es segura para el consumo humano en los niveles utilizados en los productos alimenticios. El Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) ha establecido una ingesta diaria aceptable (IDA) de 0 a 25 mg/kg de peso corporal de SCMC, que es la cantidad de SCMC que se puede consumir diariamente durante toda la vida sin ningún tipo de efectos adversos.
Los estudios han demostrado que SCMC no es tóxico, cancerígeno, mutagénico ni teratogénico, y no causa ningún efecto adverso en el sistema reproductivo o el desarrollo. No es metabolizado por el organismo y se excreta sin cambios en las heces, por lo que no se acumula en el organismo.
Sin embargo, algunas personas pueden tener una reacción alérgica al SCMC, que puede causar síntomas como urticaria, picazón, hinchazón y dificultad para respirar. Estas reacciones son raras pero pueden ser graves en algunos casos. Si experimenta alguno de estos síntomas después de consumir un producto alimenticio que contiene SCMC, consulte a su médico de inmediato.
Riesgos potenciales de SCMC
Si bien SCMC generalmente se considera seguro para el consumo humano, existen algunos riesgos potenciales asociados con su uso. Una de las principales preocupaciones es su efecto sobre el sistema digestivo. SCMC es una fibra soluble, lo que significa que puede absorber agua y formar una sustancia similar a un gel en los intestinos. Potencialmente, esto puede provocar problemas digestivos como hinchazón, gases y diarrea en algunas personas, especialmente si se consume en grandes cantidades.
Otro riesgo potencial es su efecto sobre la absorción de nutrientes. Debido a que SCMC puede formar una sustancia similar a un gel en los intestinos, puede potencialmente interferir con la absorción de ciertos nutrientes, particularmente vitaminas liposolubles como A, D, E y K. Esto podría conducir potencialmente a deficiencias de nutrientes con el tiempo. especialmente si se consume en grandes cantidades de forma regular.
También vale la pena señalar que algunos estudios han sugerido que SCMC puede tener un impacto negativo en la salud intestinal. Un estudio publicado en la revista Nature Communications en 2018 encontró que SCMC podría alterar el equilibrio de las bacterias intestinales en ratones, lo que podría provocar inflamación y otros problemas de salud. Si bien se necesita más investigación para comprender completamente el impacto de SCMC en la salud intestinal en humanos, esta es un área de preocupación que debe ser monitoreada.
Conclusión
La carboximetilcelulosa sódica es un aditivo alimentario de uso común que se considera ampliamente seguro para el consumo humano. Se utiliza principalmente como espesante, estabilizador y emulsionante en una amplia gama de productos alimenticios, incluidos productos horneados, productos lácteos, bebidas y salsas. Si bien existen algunos riesgos potenciales asociados con su uso, particularmente en grandes cantidades, las agencias reguladoras de todo el mundo han establecido la seguridad general de SCMC.
Como ocurre con cualquier aditivo alimentario, es importante utilizar SCMC con moderación y ser consciente de posibles sensibilidades o alergias. Si tiene alguna inquietud sobre el uso de SCMC en productos alimenticios, consulte con su médico o un dietista registrado.
Hora de publicación: 18-mar-2023